ABRIGO DEL RISCO DE SAN BLAS

El territorio natural donde se ubica Alburquerque se caracteriza por su accidentado terreno, por el que discurren numerosos arroyos y riachuelos. Es una zona con un excepcional grado de conservación, debido principalmente a la baja densidad de población en los últimos tiempos. La vegetación típica es el característico bosque mediterráneo de encinas y alcornoques, con extensiones de retamas y varias especies de jaras. La orografía del terreno, con sus rocas y acantilados, la vegetación y los cursos de agua (ríos Guadarranque y Zapatón), dan lugar a paisajes muy atractivos que contrastan con las llanuras circundantes. La fauna es rica y variada. La Sierra de San Pedro es uno de los enclaves ornitológicos más importantes de Extremadura. Un destino privilegiado para la observación de aves, donde destacan, por ejemplo, las poblaciones de cigüeña negra, buitre negro o águila imperial ibérica. Otras especies importantes son el alimoche y el buitre leonado.

El amplio territorio que se extiende de norte a sur por las provincias de Cáceres y Badajoz a lo largo de la frontera hispano-portuguesa se conoce con el nombre genérico de La Raya. Es un espacio único donde se pueden encontrar dólmenes, fortificaciones bastiónicas y, por supuesto, abundante arte rupestre. La entrada a los refugios del Risco de San Blas se encuentra al oeste de la localidad de Alburquerque, junto al Polvorín y un edificio que albergó al Cuerpo de Guardia del siglo XVIII.